Fed Cantabria y Lares señalan su disconformidad e indignación por las declaraciones del Presidente, D. Miguel Ángel Revilla, en rueda de prensa hoy domingo.
Los centros de mayores de esta región atraviesan esta crisis realizando extraordinarios esfuerzos para prestar el servicio en las mejores condiciones, a pesar de que adolecen de equipos y medios.
Reconoce lo evidente el Sr. Revilla en su comparecencia cuando menciona que la iniciativa de promover que los residentes volvieran a sus domicilios ha sido un fracaso. Debe puntualizarse que, la medida no es que haya sido un fracaso, es que nunca fue una solución. Nadie, en si momento, entendió la propuesta de apartar a las personas usuarias de los centros para evitarles el contagio. Quizá, no era consciente nuestro presidente, de que en los centros trabajan profesionales que están doblando turnos, sacrificando su propio tiempo para, con los medios que consiguen las entidades, sectorizar y atender de forma escrupulosa tanto a los infectados como a los que no lo están.
Asimismo, el traslado de las personas usuarias a sus domicilios, no sólo no hubiera garantizado en absoluto la seguridad de las mismas ante el contagio, sino que hubiera comprometido, posiblemente, su atención para las actividades básicas de la vida diaria, obligando a las familias a proveerles de cuidados integrales en un entorno no adaptado y, a esto, sumarle la situación de confinanmiento.
De ahí también la indignación pues, resulta inverosímil que, en su intervención, recuerde a las empresas privadas del sector la obligación de atender a nuestros residentes y mencione que se van a intensificar las inspecciones por si pudiera darse algún caso objeto de denuncia. Tal vez hiciera bien D. Miguel Ángel, que tiene vocación de figurar, en presentarse él mismo en los centros en los que los trabajadores realizan sus tareas mirando a la cara a la enfermedad, se anuman unos a otros, realizan video llamadas con familiares para después, en algún caso, tratar de descansar en un polideportivo y así no contagiar a sus familias.
Por último cabe destacar que el Sr. Presidente informa de la habilitación de una residencia que estaba «medio cerrada» y en la que se pretende acoger a unos 60 residentes que pertenezcan a centros con pocos infectados y, así, aislarlos de éstos. Pues bien, se trata del Centro de Atención a la Dependencia de Meruelo, que abrió sus puertas el pasado mes de julio, que cuenta con lo último en instalaciones, y en la actualidad, es el domicilio de 23 residentes que han tenido que ser trasladados para que la empresa que lo gestiona, en un alarde de generosidad y solidaridad, haya podido cederlo al Gobierno de Cantabria para ayudar a afrontar la inestabilidad que existe ahora mismo en los centros de mayores.
Ofende el Sr. Revilla cuando menos menosprecia el esfuerzo de entidades y trabajadores, cuando se dice «una residencia medio cerrada», cuando amenaza con inspecciones, cuando tiene a bien hacernos participes de su inmensa ignorancia con luz y taquígrafos y decir disparates mientras hay centros pidiendo SOS. Y ofende cuando debería dar gracias al cielo por tener un sector de dependencia en Cantabria que está luchando sin descanso. No estaría mal tampoco que se hubiera disculpado por no poner en marcha a tiempo muchas de las medidas que, quienes dominan la actividad, han venido proponiendo y que hubieran evitado más de una desventura.
Por favor seriedad.